8 ene 2013

Recuperarse rápidamente de los excesos navideños


Cada primero de año, especialmente después de los excesos de las fiestas navideñas, fin de año, Año Nuevo y Reyes, casi todos hacemos propósitos de enmienda y nos planteamos perder peso de inmediato.

Un propósito que no debiera quedarse en proyecto porque según recientes estudios más del 30% de la gente tiene problemas de obesidad y más de la tercera parte presentan sobrepeso. Pero tan importante como perder peso es desintoxicar nuestro organismo al que, en estas fechas, sometemos a más de un peligroso exceso.
Muchas veces no somos concientes de lo que podemos llegar a consumir esas noches de fiesta, para que tengas una proporción, se asegura que en una cena navideña o de fin de año se consumen calorías equivalentes a 5 días.


En general comemos mal y nos movemos mucho menos de lo que nos haría falta. Y ése es un problema que las sociedades ricas pagan con el aumento de las enfermedades cardiovasculares, auténtica plaga de nuestros tiempos. Por eso es bueno plantearnos de manera seria esos vagos propósitos que generalmente nos formulamos siempre tras los excesos navideños. Porque se trata de fechas en las que generalmente las comidas son abundantes y se abusa de los embutidos, los entrantes grasos, la carne, las salsas, el pescado graso, los fritos, el jamón, el queso, los frutos secos, los dulces, los pasteles, las tartas, los bombones, los mazapanes, las tortas, las peladillas, los turrones, las confituras y los helados -entre otros muchos productos propios de esas fechas como los roscones de reyes- sin olvidar el vino, la cerveza, los refrescos azucarados con gas y todo tipo de bebidas alcohólicas. A lo que hay que añadir el exceso de marisco en muchas mesas así como el de café y té bien cargados para aguantar las noches de juerga.

Consecuencia de todo lo cual suele ser la ingesta excesiva de grasa, azúcar, alcohol y todo tipo de excitantes... con el riesgo evidente de acumular en el organismo toxinas, colesterol y ácido úrico, elementos que pueden agravar o dar lugar a problemas de sobrepeso, obesidad, aterosclerosis, problemas cardiovasculares, diabetes, gota, etc. En ese sentido, una buena medida preventiva sería ingerir con las comidas alimentos saciantes o que impidan la absorción de las grasas. Por ejemplo, spirulina, vinagre de manzana, chitosan entre otros.
Y eso que el equilibrio orgánico se consigue de una manera muy simple: comiendo menos y moviéndose más. Claro que, como suele ser difícil plantearse cambios de hábitos bruscos, bien está empezar por una cura de desintoxicación para, después, plantearse un sistema de adelgazamiento. Y, por supuesto, hacer un hueco para caminar al menos una hora todos los días.
Una buena alternativa
La cura de desintoxicación del doctor alemán Anemueller es otro método de limpieza del organismo. Consiste en una dieta baja en calorías que se combina con un cóctel de plantas medicinales de efecto depurativo y estimulante de los procesos metabólicos del organismo. Para hacer esta cura -que debe durar 12 días- basta con tomar menos de 1.000 kilocalorías diarias e ingerir al menos dos litros de líquido al día (en forma de agua o de infusiones no azucaradas). A esto hay que añadir la ingesta -con el desayuno y la cena- de un cóctel de los siguientes jugos:
  • Jugo de alcachofa. Este jugo estimula la función de los órganos de la digestión, aumenta la producción de bilis y mejora el metabolismo de la colesterina y de las grasas reduciendo los niveles de triglicéridos y de colesterol "malo". También tiene efectos favorables en perturbaciones como flatulencia, náuseas, mareos, jaqueca, diarrea y estreñimiento.
  • Jugo de ortiga. Estimula la diuresis y la eliminación de las impurezas, depura la sangre y aumenta el metabolismo basal. -Jugo de patata. Contribuye a desacidificar el organismo.
  • Jugo de tomate con pectina de manzana. Además de neutralizar los ácidos esta mezcla actúa como material de arrastre limpiando el tracto intestinal. Asimismo, aporta vitaminas y minerales a la dieta.
  • Té de rooibos. Posee un alto contenido en hierro, es un magnífico neutralizador de los radicales libres y tiene excelentes propiedades vasculares, cutáneas y antialérgicas.
Y lo mejor para adelgazar
Todos sabemos que el problema es que, una vez desintoxicado el organismo, lo habitual es volver a los viejos hábitos de comida. Y la bollería, la comida rápida y la alimentación a base de bocadillos, hamburguesas o pizzas junto al sedentarismo pueden llevarnos rápidamente de nuevo a la situación de sobrepeso y aún de auténtica obesidad. Por eso es un buen momento para recordar la Dieta Definitiva con la que miles de nuestros lectores han perdido peso sin recuperarlo posteriormente y que se publicó en los primeros números de la revista.
En definitiva -y como mero recordatorio-, se trata de una dieta que permite tomar las cantidades que se deseen de casi todo tipo de frutas, verduras, huevos, pescados, mariscos (excepto ostras y vieiras), carne blanca y jamón york y serrano siguiendo, eso sí, una serie de reglas básicas. En todo caso, como quiera que el número en que se publicó está agotado y son numerosas las peticiones recibidas pidiendo más información sobre ella les adelanto que va a editarse próximamente un libro con muchos más datos y sabrosas recetas. Una forma inteligente de adelgazar sin pasar hambre y disfrutando de la comida.
Consejos básicos
Luego de haber probado semejantes delicias, acompañados seguramente de bebidas alcohólicas, el cuerpo pide a gritos un descanso:
  • Beba sin límite: agua, soda, caldo light, infusiones sin azúcar, gelatinas light. Incorpore por lo menos dos litros y medio de agua al día.
  • Consuma abundante cantidad de frutas y vegetales frescos y en jugos.
  • Consuma cereales integrales.
  • Coma más pescado.
  • Consuma yogures descremados.
  • Cene liviano: incluya hortalizas, carne magra y fruta.
  • Evite embutidos, fiambres, manteca, mayonesa y frituras.
  • Reduzca el consumo de sal.
  • Tome té de manzanilla, valeriana, tilo o cedrón para reemplazar al café.
  • Muévase más cada día: elija caminar o ir en bicicleta para usar menos el auto, haga una actividad física de su agrado y conviértala en hábito.
Desintoxicarse en 24 Horas
Para los más osados que quieren algo rápido les damos una opción.
En ningún caso esta dieta debe durar más de 24 horas debido a su carencia de proteínas, necesarias cotidianamente para que nuestro organismo funcione bien. Sin embargo, si decides seguir la dieta durante todo el fin de semana, puedes añadir a las cenas un yogurt, un trozo de queso fresco o un vaso de leche, y 100 gramos de jamón al almuerzo del sábado y del domingo.

AL LEVANTARSE DE LA CAMA: Un par de vasos de agua, en cada uno de los cuales habrá exprimido medio limón.

DESAYUNO: Zumo de pomelo mezclado con hojas de menta y un poco de azúcar -o mejor miel-. Si lo prefieres, puedes tomar un café ligero o un té, junto con una macedonia (ensalada de frutas) preparada con dos o tres mandarinas y un kiwi.

ALMUERZO: Un puré a base de tres zanahorias cocidas y medio pepino cocido al vapor. Es preferible, en vez de utilizar un pasapurés, hacer la mezcla sobre el plato con un tenedor. Completar la comida con una macedonia de naranjas y pomelos a la que añadiremos hojas de menta troceadas, zumo de limón y un poco de azúcar o, mejor, un edulcorante. Para beber, centrifuga medio pepino y añádelo a un vaso de agua con limón.

CENA: Una sopa de sémola con zanahorias cocidas. Una macedonia compuesta por un mango, un kiwi, tres mandarinas y hojas troceadas de menta fresca. Utiliza la misma bebida del almuerzo.

ENTRE HORAS: Toma cada 1 hora aproximadamente grandes vasos de agua con limón y zumos de naranja mezclado con pomelo. Mastica de vez en cuando hojas de menta.

ANTES DE IRSE A LA CAMA: Una taza de tila o una infusión hecha con pétalos de azahar.

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