3 may 2012

Retención de líquidos


Hoy hablaremos sobre un problema bastante habitual y que puede aparecer de manera puntual por cambios hormonales (pre-menstruación, embarazo, menopausia, etc), por causas físicas (aumento de las temperaturas, la ansiedad, estrés, …), o por causas más serias en las cuales deberemos consultar con un médico (problemas cardíacos, renales, etc…. ). Para no preocuparnos diremos que la mayoría de las veces las causas tienen que ver más con los dos primeros ejemplos, que con el último, no obstante, si la retención persiste, deberemos acudir al médico para descartar estas posibles causas.
Es muy habitual confundir el exceso de peso por alimentarnos mal con el que provoca la retención de líquidos y, aunque a veces van asociados, no se solucionan de igual manera.
Para poder identificar si estas reteniendo agua, los síntomas más evidentes que debes tener en cuenta son: tener el abdomen abultado, sentir las piernas pesadas y los párpados, labios y manos hinchadas. A continuación te decimos por qué sucede y cómo puedes combatirla.

Nuestro cuerpo está compuesto por un 60% de agua, repartida entre tejidos y órganos, excepto una pequeña cantidad que se elimina a través de la transpiración y la orina, pero en ocasiones los capilares responsables de movilizar el agua son demasiado permeables y no pueden retenerla. Así, en vez de repartirla donde debería, ésta acumula en los espacios que quedan entre las células. Esto sucede cuando hay estrógenos en exceso y provoca edemas (que es una inflamación en una parte del cuerpo que cede a la presión), hinchazones y retención.

El organismo está programado para mantener un equilibrio constante del nivel de líquidos, y con una dieta equilibrada y ejercicio frecuente es más sencillo mantener a raya este tipo de problemas.

¿Por qué retenemos líquidos?

La retención de líquidos afecta principalmente a mujeres en determinadas épocas como en el embarazo, los días previos a la regla o los meses anteriores a la menopausia. El estrés y el ritmo de vida acelerado provocan que las mujeres retengan más líquidos. Por eso es conveniente no consumir alimentos salados ni precocinados. La retención provocará un aumento ligero de peso en esos períodos (entre 2 a 3 kilos), las mujeres que sufren de esto de manera continua, suelen tener problemas para perder peso, y tienen un volumen anormal en determinadas zonas de su cuerpo, así como celulitis.

Debemos tener en cuenta que, además del componente hormonal y genético del problema, la retención de líquidos tiene mucho que ver con el estilo de vida. El estrés y las comidas rápidas, que hacen que abusemos de productos precocinados, incrementan los niveles de sodio en nuestro cuerpo y provocan un volumen anormal que te hace sentir incómoda y que la ropa no te siente bien.

Hábitos que empeoran el problema
Los alimentos con mucha sal y todo lo que contenga sodio en exceso te hará retener líquidos, además, de los embutidos, salsas, aderezos, frituras, recalentados, etc. Las bebidas alcohólicas y los refrescos –por su alto contenido de sodio- también pueden provocarla.

La importancia de beber suficiente agua

Si dejas de beber líquidos, tu cuerpo se condiciona a retenerlos para poder cumplir con su función de eliminar las toxinas de los riñones. En cambio si tu cuerpo recibe agua en la cantidad que necesita, le será más fácil eliminar la que sobra, aparte de que es un excelente diurético


Alimentos que nos ayudan a evitar la retención

El apio, la coliflor, la piña, la papaya, los panes integrales, lentejas y verduras de hoja verde son excelentes aliados para combatir la retención. Además está el té verde, que estimula la adrenalina y ayuda a disminuir la asimilación de ciertos nutrientes, como las grasas y el azúcar por medio de la camilina, uno de sus principios activos. El té de cola de caballo, es uno de los diuréticos más eficaces que se conocen, además evita que aunque elimines líquidos, tu organismo pierda minerales. La mejor fruta, si padeces este problema, es el melón, que por su riqueza en agua estimula la función renal, y así favorece la eliminación de líquidos.

Consejos útiles para evitar la retención

Los nutricionistas y endocrinos coinciden en sus seis consejos básicos para evitar el problema:

1.- Bebe 2 litros de agua al día (ojo¡¡¡si ingerimos más de la cuenta y superamos los 4 litros, podríamos provocar retención de por sobrecarga.)
2.- Come 5 veces al día, preferiblemente productos frescos y naturales.
3.- Evita grasas, fritos, lácteos y azúcar refinado.
3.- Practica ejercicio habitual (puede ser caminar a ritmo ligero aprovechando el buen tiempo)
4.- Evita las prendas muy ajustadas en la medida de lo posible.
5.- Mantén a raya el estrés
6.- Termina la ducha con agua fría en los tobillos.

Deporte e hidratación

Así que ya sabes, si descubres que has subido un par de kilos, antes de alarmarte y ponerte a dieta, averigua si se debe a la retención de líquidos. No olvides practicar deporte de manera regular, pues entre los muchos beneficios que tiene para tu línea y tu salud, se encuentra el de facilitar la eliminación de líquidos y toxinas en el cuerpo. Y recuerda que tu cuerpo debe esté hidratado antes de iniciar cualquier rutina de ejercicios.

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